Lo primero que debemos saber para entender en qué consiste la serigrafía. Este hace referencia a aquel proceso que permite estampar un tejido mediante el uso de tinta y una malla. La tinta, es pasada por una malla tensada en una pantalla y se estampa color por color directamente sobre las prendas. El paso de la tinta se bloquea en las zonas donde no habrá imagen mediante un barniz o emulsión, logrando así que quede libre la zona en la que pasará la tinta.
La serigrafía es una técnica de impresión consigue resultados increíbles y colores vivos de gran calidad, y aunque se trata de una técnica muy antigua y de tipo artesanal, no deja de ser un proceso de estampación textil asistido por maquinaria que logra estampaciones espectaculares.
Se puede serigrafiar camisetas, mochilas, toallas, sudaderas, gorros, chaquetas, pañuelos, etc. Lo importante en este caso es serigrafiar en telas compatibles. En el caso de la serigrafía las telas naturales son las que mejor funcionan, ya que absorben mejor el líquido que las sintéticas. Éstas últimas tienden a estar hechas a base de plástico y aceite por lo que repelen el agua y no se consiguen resultados buenos. No hay ninguna duda, de que el tejido 100% algodón es la mejor opción para crear una serigrafía de calidad, o en su caso una mezcla en la que la mayor parte sea algodón. Aunque pueda realizarse este proceso en cualquier otra tela, siempre es recomendable el algodón para lograr el mejor resultado.
Realizamos serigrafía textil a través de dos elementos clave: por un lado, los fotolitos y por otro, las pantallas.
Un fotolito es una especie de film transparente o acetato en el que se imprimen los diseños que envían nuestros clientes para que queden fijados en el textil. El diseño es separado por colores y a partir de cada uno de estos colores se imprime un fotolito con tinta negra opaca sobre un acetato transparente, con un plotter de gran calidad. En este paso es imprescindible que la tinta sea totalmente opaca para que no pase la luz a través de ella. La calidad y nivel de definición del proceso dependerá totalmente de que los diseños que se envíen en diversos formatos sean de una alta calidad.
Durante el proceso de serigrafía, el fotolito se pone en contacto con una pantalla recubierta de una emulsión fotosensible sobre la malla. Esta emulsión se solidifica en contacto con una luz roja, ya que es sensible a la luz (al igual que en los laboratorios fotográficos). De esta manera, la tinta solo podrá pasar por la zona del diseño. Finalmente, sólo quedaría colocar la plantilla sobre el textil que deseamos serigrafiar y echar la tinta. Para acabar el proceso, el textil serigrafiado se pasa por un túnel de secado para que las tintas se fijen correctamente. De esta manera, la tinta durará muchos años sin desgastarse con los lavados.
En Moaré Color utilizamos en serigrafía tintas de la mejor calidad, aproximándonos al máximo a la realidad del diseño.